25 de Abril: 58 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

El 25 de abril, cuarto Domingo de Pascua, la Iglesia universal celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.

En este año dedicado a San José, el Papa nos invita a dejarnos inspirar por su ejemplo de hombre que supo escuchar sus sueños y responder a la propuesta de Dios, con espíritu de servicio, de don, de fidelidad. San José – dice el Papa – es modelo y guardián de toda vocación.

A través de sus servicios de pastoral vocacional, muchas conferencias episcopales nacionales ponen a disposición iniciativas y herramientas digitales para promover la oración personal o comunitaria a favor de todas las vocaciones cristianas.

Aquí hay algunos enlaces a continuación ¡Unámonos a esta oración! Para que cada bautizado se sienta apoyado y acompañado en su camino de descubrimiento, respuesta y compromiso a la llamada que Dios lo ha reservado.


Del Mensaje del santo padre Francisco para la 58 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

Dios ve el corazón (cf. 1 Sam 16,7) y en san José —a quien está dedicado este año— reconoció un corazón de padre, capaz de dar y generar vida en lo cotidiano. Las vocaciones tienden a esto: a generar y regenerar la vida cada día. El Señor quiere forjar corazones de padres, corazones de madres; corazones abiertos, capaces de grandes impulsos, generosos en la entrega, compasivos en el consuelo de la angustia y firmes en el fortalecimiento de la esperanza. Esto es lo que el sacerdocio y la vida consagrada necesitan, especialmente hoy, en tiempos marcados por la fragilidad y los sufrimientos causados también por la pandemia, que ha suscitado incertidumbre y miedo sobre el futuro y el mismo sentido de la vida. [...]

San José nos sugiere tres palabras clave para nuestra vocación.

La primera es sueño. Todos en la vida sueñan con realizarse. Y es correcto que tengamos grandes expectativas, metas altas antes que objetivos efímeros —como el éxito, el dinero y la diversión—, que no son capaces de satisfacernos. De hecho, si pidiéramos a la gente que expresara en una sola palabra el sueño de su vida, no sería difícil imaginar la respuesta: “amor”. Es el amor el que da sentido a la vida, porque revela su misterio. La vida, en efecto, sólo se tiene si se da, sólo se posee verdaderamente si se entrega plenamente. San José tiene mucho que decirnos a este respecto porque, a través de los sueños que Dios le inspiró, hizo de su existencia un don. [...]

La segunda palabra es servicio. Se desprende de los Evangelios que San José vivió enteramente para los demás y nunca para sí mismo. [...] Sin embargo, su servicio y sus sacrificios sólo fueron posibles porque estaban sostenidos por un amor más grande: «Toda vocación verdadera nace del don de sí mismo, que es la maduración del simple sacrificio. También en el sacerdocio y la vida consagrada se requiere este tipo de madurez. Cuando una vocación, ya sea en la vida matrimonial, célibe o virginal, no alcanza la madurez de la entrega de sí misma deteniéndose sólo en la lógica del sacrificio, entonces en lugar de convertirse en signo de la belleza y la alegría del amor corre el riesgo de expresar infelicidad, tristeza y frustración» (Patris corde, n. 7). [...]

Hay un tercer aspecto que atraviesa la vida de san José y la vocación cristiana, marcando el ritmo de lo cotidiano: la fidelidad. José [...] sabe que la existencia se construye sólo con la continua adhesión a las grandes opciones. Esto corresponde a la laboriosidad serena y constante con la que desempeñó el humilde oficio de carpintero (cf. Mt 13,55), por el que no inspiró las crónicas de la época, sino la vida cotidiana de todo padre, de todo trabajador y de todo cristiano a lo largo de los siglos. Porque la vocación, como la vida, sólo madura por medio de la fidelidad de cada día.

¿Cómo se alimenta esta fidelidad?
A la luz de la fidelidad de Dios. [...]
Esta fidelidad es el secreto de la alegría!

Fuente : vatican.va


La propuesta de oración de la Iglesia española está aquí

La proposition de prière de l’Église française est ici

La proposta di preghiera della Chiesa italiana è qui

The prayer proposal of the United States Bishops’ Conference is here

A proposta de oração da Igreja brasileira está aqui