Comentario de las lecturas bíblicas del 29 de marzo de 2021 - Lunes Santo

Lecturas :
• Is 42,1-7
• Sal 26
• Jn 12,1-11

“Mirad a mi siervo, mi elegido.”

Abrimos, hoy, la última semana de cuaresma. Los evangelios nos harán revivir hora por hora, los últimos instantes de Jesús en nuestra historia, hasta el momento de su Resurrección. Para llegar a este acontecimiento es preciso vivir y contemplar antes al Siervo sufriente que se apresta a vivir su entrega definitiva.
Durante esta semana la liturgia nos ofrece la lectura de los cuatro “Cánticos del Siervo de Yahvé”, en el libro de Isaías. Hoy hemos escuchado el primero.

La primera lectura nos ofrece una de las más bellas profecías bíblicas, corresponde al primer cántico del siervo de Yahvé. En la tradición de la Iglesia se ha visto siempre a esta figura del siervo como anuncio que corresponde a Jesús, a su vida y misión. Estas primeras palabras tienen el sentido de una designación; es decir, de una elección y de una presentación. Dios elige al Siervo y lo presenta a Israel y a las naciones. Es el perfecto siervo de Dios.

El texto comienza con una llamada de atención por parte de Yahvé: ” Mirad-contemplad ”, tan válida y urgente, ayer y hoy. Nos invita a no distraernos, a que todos nuestros sentidos puedan captar todo el mensaje de este Siervo.
Dejémonos contagiar por la profundidad expresada en Isaías y que vemos reflejada y autentificada en muchos textos del NT. (Mt 3,16-17; 17,5 y otros)
¿Cuál es el mensaje que nos deja este siervo?
Seguidamente se enumera las características del siervo y de su misión: “es mi elegido, a quien sostengo, en quien he puesto mi espíritu, y, en quien me complazco.” “No gritará, no clamara, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará., el pabilo vacilante no lo apagará…” Contrastan el comportamiento y el propósito del siervo con el comportamiento y los propósitos de los líderes y poderosos de todos los tiempos. El siervo nunca usará la fuerza para imponerse.

El primer contraste es que el siervo no hará ninguna exhibición ostentosa para ganarse a la gente. No habrá trompeta que anuncie su llegada, y su obra no será espectacular ni grandilocuente, no codicia el poder.
Él trabaja de una forma, y con un estilo, en el que el respeto y el cuidado de los marginados y los débiles estarán en primera línea: (la caña cascada y el pábilo vacilante del v.3) son metáforas para mostrarnos el cuidado, la misericordia y ternura de nuestro Dios. De manera que nunca asumirá la violencia en su misión. Ésta, es traer «el derecho a las naciones ». Es, un orden social basado en la justicia que Dios aporta a los hombres, es casi como decir: la salvación-la redención. Lo que sorprende es la dimensión universal de ese proyecto de justicia, que ya en aquella época, abarcaría a todo el mundo. Ser “luz de las naciones”
Invitación renovada a nuestra iglesia, y a todos los que nos decimos y queremos ser seguidores de Jesús

“María, unge los pies de Jesús.”

Estamos entrando en la semana de la pascua de Jesús. Hoy el Evangelio nos muestra cómo Jesús, perseguido por los judíos, va a Betania a la casa de sus amigos. Lázaro, Marta y María, ofrecen una cena al Maestro. Este banquete en casa de los tres amigos de Jesús se caracteriza por los presentimientos de la muerte inminente: los seis días antes de Pascua y otros muchos gestos que Jn va narrando y llenando de significado para iluminar a su comunidad.
En este relato evangélico hay un gesto para con Jesús que no deja indiferente a nadie, incluso incomoda a alguno de los presentes. En contraste a la fuerza de la amistad y generosidad de María, aparecen actitudes incapaces de abrirse al amor.

María de Betania, «tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos» (12, 3). El gesto de María es la expresión de fe y de amor grandes por el Señor: para ella no es suficiente lavar los pies del Maestro con agua, sino que los unge con una gran cantidad de perfume precioso y caro que se expande y contagia a los de casa.

Ella ofrece a Jesús cuanto tiene de mayor valor y lo hace con un gesto de profunda devoción. El amor no calcula, no mide, no repara en gastos, no pone barreras, sino que sabe donar con alegría, es respuesta al amor infinito de Dios. Se pone a los pies de Jesús en humilde actitud de servicio. María ha aprendido la regla de oro que Jesús ha ido enseñando a su comunidad de discípulos. Es la del amor que sabe servir hasta el don de la vida.

El gesto de María tiene diferentes lecturas, Jesús ha guardado silencio ante tanto amor, pero ante el reproche, juicio e intervención de Judas, toma la palabra en favor de este gesto de María, señalando el significado que tiene para ÉL: “¡Déjala! que lo guarde para el día de mi sepultura”, Jesús subraya lo que María acaba de hacer, Él piensa ya en su muerte…Todo está cerca y María anticipa con su gesto el ritual y cuidados que los judíos realizan al cadáver al colocarlo en la sepultura.

¿Con qué podemos ungir hoy los pies de Jesús? ¿Qué gestos y acciones podemos entregarle? Y a mi comunidad, ¿sé ofrecerle “algo” que aromatice toda la casa?

Sr Virgilia León

Imagen : Georg Friedrich Stettner attr Christus im Hause der Martha