Commentario de las lecturas bíblicas del Martes-22-11-2022- XXXIV semana T.O. - 22-11-2022

Lecturas
Apocalipsis 14,14-19
Sal 95
Lc 21, 5-11

“Estén atentos, no se dejen engañar”

Ha llegado la hora: tiempo de siega, y de vendimia

En la lectura del Apocalipsis de hoy encontramos dos escenas de juicio, presentadas bajo la imagen de dos cosechas. La primera es la cosecha de la mies y podemos pensar por lo que dice el texto que el Hijo del Hombre es el segador. La segunda es la vendimia de una viña y la recolección es realizada por un ángel. Se trata de dos cosechas diferentes, lógico es pensar que serán realizadas en momentos diferentes también. Las dos: siega y vendimia son operaciones paralelas ¿pueden ser también contrapuestas? La siega agruparía a los buenos y la vendimia a los malos. ¿Podría estar hablando “del juicio final?
La 1ª imagen la de la siega del trigo (V14-16) nos recuerda la recolección qué Mt13,24ss nos narra en la parábola del trigo y la cizaña. Jesús ofrece esta enseñanza a los que se acercan a escucharle. En la parábola vemos que hay dos elementos diferentes que se recogen y el paradero al que son llevados también va a ser diferentes: la cizaña será quemada con fuego, el trigo será guardado en el granero del amo. Podemos pensar que esta parábola engloba las dos imágenes que nos presenta el texto de hoy. El juicio sobre los justos y el juicio a los impíos.
En las dos visiones encontramos hechos que se refuerzan entre ellos: los dos (“el semejante a un Hijo de hombre y un ángel salido del santuario) empuñan una hoz afilada en la mano” atentos para poner en práctica la orden que les llegue. En las dos visiones les llega “un ángel que gritó con gran voz: mete tu hoz, es ya el tiempo, todo está maduro”. Llegan como mensajeros de Dios, pero ¿cómo entender que un ángel da la orden al que se asemeja a un “Hijo de Hombre”, título que nos habla de Jesucristo? Realmente, el texto no nos lo aclara. No obstante, creemos que sólo Dios puede decidir el momento en que la mies está madura para ser cosechada.
En definitiva, parece que el autor inspirado del Ap vuelve aquí a contrastar el destino de los justos con el de los impíos. Primero son cosechados los “hijos de Dios,” y una vez que han sido colocados en su granero celestial, entonces se aplica el juicio a los “”incrédulos.”. El juicio de Dios siempre tiene estas dos caras: una luminosa y otra sombría. Para unos será un día de liberación y alegría, para otros será de perdición y sufrimiento. Pero recordemos, el resultado de este juicio ha sido y es decidido por cada persona, cuando libremente aceptamos o rechazamos la gracia de Dios. (Mt 25,34-46).
Confiemos, la invitación está abierta a toda persona, en Jn 5, 22 Jesús nos dice: “El Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo todo el poder de juzgar”, y Él se hizo nuestro Salvador.

“Cuando oigáis hablar de guerras y de revueltas, no os asustéis…”

Jesús escucha una conversación dónde se están haciendo ciertas valoraciones y se introduce en ella con una sentencia: “Esto que ven, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida”. Seguro que hubo miradas de sorpresa entre ellos y naturalmente le harían preguntas: ¿Cuándo, cómo será? ¿Cuáles serán los signos? Jesús no les da respuesta exacta, si intenta dirigirles hacia cuestiones verdaderas y esenciales. Según el texto podemos señalar dos. Intentemos nosotros descubrirlas hoy.
Ésta es la 1ª afirmación de Jesús: “Miren en no dejarse engañar por falsos profetas”. No vivan distraídos, estén atentos, porque encontraran muchas ofertar que les pueden hacer dudar. No corran tras ellas, enfréntelas, porque nos llegarán muchos falsos salvadores que pueden hacernos herrar el camino.
La 2ª “No se asusten, que el miedo no les paralice” Solos, no podemos, dejemos que el Espíritu de Dios nos conduzca. Sabemos que el mal existe, que a veces es lo más fácil y vistoso, intentemos preguntarnos por lo esencial. Es tiempo de vivir en esperanza, del saber permanecer, es nuestro tiempo viviendo la espera del Señor Jesús
La enseñanza de Jesús es siempre actual. Hoy para nosotros también. Vivamos el discernimiento, virtud nada fácil de practicar pero imprescindible ante la realidad que nos está tocando vivir. Que ella nos ayude a descubrir por dónde anda el Espíritu de Jesús y los “espíritus del mal” hoy. Que sepamos “leer los signos de los tiempos” Que ilumine los caminos por dónde nos invita a transitar, con la seguridad inquebrantable que aunque no le veamos, ni le sintamos, Jesús sigue caminando en medio de nuestra humanidad y haciendo “Historia de Salvación” en ella.

Hna Virgilia LEÓN GARRIDO