Las nueve maneras de rezar de Santo Domingo - 1a meditación

Publicado el : 31 de julio de 2015

En esta primera meditación, Sr Catherine Aubin, nos invita a poner una nueva mirada sobre las nueve maneras de rezar de Domingo.

Todos los testimonios de los primeros hermanos que conocieron a Santo Domingo, hablan de una misma manera de su actitud durante su oración :
-  Él gritaba y lloraba.
-  No tenía cama : rezaba toda la noche.
-  Hacía gestos..
Los autores del Codex Rossanius tenían la intención de que nos identificáramos con la oración de Domingo y que la transmitiéramos. ¡Qué tesoro tenemos en él !
A lo largo del retiro, estamos invitadas a dejarnos enseñar po restos iconos.

Contemplemos los nueve modos de orar :
Primera etapa :

1) La inclinación.
2) La postración.
3) La disciplina.
4) La genuflexión.
Dos palabras resumen esta etapa : La acogida de sí, de los límites, de las sombras ; acogida de Dios en sí, de lo que estamos llamadas a a ser, como si el Señor nos dijera : « libérate de ti misma, acógeme a mí ». La segunda palabra es una preposición : con. Con el Señor, con-migo misma, con los otros.
Un versículo de la Biblia : « Habla Señor, tu siervo escucha ».

Segunda etapa :
5) Domingo está de pie, en actitud de escucha.
6) Domingo tiene los brazos extendidos en forma de cruz, en actitud de vida, en un cara a cara con Dios.
7) Las manos dirigidas a lo alto, es el éxtasis, la salida de sí. Domingo pide el don del Espíritu Santo para sus hermanos.
Dos palabras resumen esta estapa : el encuentro. Domingo está cara a cara con Dios. Y una preposición : en. En Él.
Un versículo: « Les llamo amigos». Jn15, 15

Tercera etapa :

8) Domingo no deja de vibrar : escucha y diálogo amoroso.
9) Domingo va por los caminos : la itinerancia.
Una palabra resume esta estapa : el don, y una preposición : para.
Un versículo : « Quien permanece en mí y yo en él produce mucho fruto ».

El objetivo de los nueve modos de orar es que encontremos nuestra manera de entrar en nuestra celda interior.
Los nueve modos de orar responden a la cuestión de Gn 3 : ¿Dónde estás Adán ?».
 Estamos invitadas a preguntarnos a nosotras mismas, ¿dónde estamos ? Podemos partir de las cuatro grandes emociones que podemos descubrir cada día : el miedo, la tristeza, la ira y la alegría.

Conclusión :
Santa Teresa de Lisieux compara nuestro corazón a una cítara, con cuatro cuerdas para amar a Dios, a los otros, a nosotras mismas. Cuatro cuerdas para cuatro formas de amar :
-  Cuerda filial : amar como un niño, como hijas de Dios. Primera etapa : dejarnos amar por el Padre.
-  Cuerda fraternal. Segunda etapa : Jesús es nuestro hermano. Hacer la voluntad del Padre.
-  Cuerda esponsal, de esposo, de esposa : octavo modo de orar. Domingo es el esposo de Cristo.
-  Cuerda paternal o maternal. Domingo se convierte en padre en el noveno modo de orar.

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