2º semana en Hontanas
En esta segunda semana en Hontanas, nos sentimos realmente como en nuestra casa y en nuestro pueblo, nos parece que llevamos aquí mucho más tiempo.
Se ha dado el encuentro con vecinos de otros pueblos, que han venido de peregrinación durante los dos sábados, recorriendo todos los pueblos y cantando a la virgen en cada iglesia.
También hemos tenido la suerte de que el calor apareciera, y ya la casa va calentándose poco a poco, tanto por el sol, como por la calidez humana que vamos viviendo en la vida fraterna.
Como novedad, el pasado domingo hemos comenzado a hacer la celebración de la palabra por las tardes, ya que, la misa es por la mañana y los peregrinos pasan de largo. Así que, hemos estrenado un nuevo espacio y en vez de la oración de la tarde, ofrecemos la celebración de la palabra y la comunión a los peregrinos, y en distintas lenguas según nuestras posibilidades actuales. En los dos momentos, se han acercado los peregrinos para darnos las gracias por poder celebrar, ya que no es algo habitual en el camino. Este domingo han estado con nosotras las hermanas de la comunidad de la Finca que nos han venido a visitar y a compartir misión.
Durante la semana, ya con todo más organizado, hemos tenido la oportunidad de hacer alguna caminata por las mañanas, visitando al pueblo vecino, Castellanos de Castro, y su bella iglesia románica. Allí nos encontramos con Agustina y Puerto, que tan acogedoras como siempre nos abren la iglesia cada vez que viene una hermana, ya que tienen un hermoso retablo, que es toda una catequesis. Pero ese día tuvimos un susto, y una abeja picó a Marie Emmanuel, que es alérgica, y tuvimos que estar pendiente de cómo evolucionaba su mano, para si no ir rápidamente al médico. Finalmente, todo quedó en un susto.
En cuanto a los peregrinos, estamos impresionadas, cada día vienen más, venidos de todas las partes del mundo: Taiwan, EEUU, Corea, Méjico, Nueva Zelanda, Australia, Brasil…… por decir los lugares más lejanos. Nos sentimos muy contentas porque acuden a la oración de la tarde unos 25-30 personas cada día, eso nos muestra la necesidad y deseo de un espacio de oración y espiritualidad en el camino.
Algunos peregrinos repiten y ya nos conocen de otros años, ayer vino una chica de Taiwan, y enseñó a Marie Emmanuel la foto que tenía con ella del año pasado, venía muy contenta para ver si seguíamos aquí, contagiando la alegría y compartiendo con los peregrinos.
Otro hecho que se repite, que personas recién jubiladas vienen a hacer el camino, como momento de tránsito en su vida. Para un señor brasileño, hacer el camino, era cumplir un sueño que tenía desde hace más de 20 años.
Seguiremos contándoles nuestras experiencias.
Hna Esther Santana Vega